Un par de días atrás me llegó una invitación por Facebook de mis compañeros de secundaria diciendo que nos juntáramos el sábado para volvernos a ver todos, primero puse “tal vez” pero lo pensé e imaginé que sería una buena idea, así que le llamé a mi mejor amigo, Alex, le pregunté si le interesaba y si íbamos juntos y le di “asistiré”.
Nos pusimos de acuerdo y llegaron él y mi amiga Landy y nos arreglamos todos juntos y ya al final como a las 10 llegó mi amigo Alfonso, que nos iba a llevar. Fuimos por otros compañeros (entre ellos, la hermana de mi ex jo jo) y quedamos de vernos en Wings. Ahí nos encontramos ya el 90% del grupo que iba en toda la noche, nos saludamos, nos contamos a muy grandes rasgos lo que era de nuestra vida y nos pusimos de acuerdo a dónde movernos.
El siguiente lugar fue un karaoke, Gritos Bar. No tardamos mucho, porque como éramos tantos no entrabamos en una mesa de las grandes y pedimos que nos juntaran otra que tenían libre pero no quisieron así que después de unos 20 minutos nos salimos y fuimos a Green, un antro.
Fue bastante decepcionante el ambiente, ya era alrededor de media noche y estaba 1/3 lleno o menos, no sé si yo ya me acostumbré a que el Circus siempre se atasca y que la gente baila como quiere (puede ser que bastante gay, pero bien), nadie te ve ni critica, y aquí, para mí había demasiado espacio entre la gente, todos se miraban unos a otros, todos buscaban a quien criticar y lo cierto es que habían unos heterosexuales ridículos pero otros gays queriendo hacerse pasar por heteros y dejando que sus amigas la hicieran de “hombre”, todo era muy raro, y la música no era muy buena, después mejoró un poco pero tampoco duró mucho. Fuera de eso jajaja me divertí mucho, porque todos usan los mismos apodos de la secundaria y es gracioso escuchar que se llamen entre ellos “Mic Mic”, “Gato”, “Embolia”, “Guau Guau”, “Champi”, “Chipi”, “Kirby”, por poner unos ejemplos, pensé en las vueltas que da la vida, pasé dos años de mi vida con un grupo que en general no me caía bien o simplemente no me llevaba y contadas ocasiones salí con ellos (creo que dos y una fueron unos XV) y 6 años después, durante los cuales con 4 o 5 mantuve contacto, salgó con ellos “de party” y todo súper padre; se me hace muy chido, tal vez es que todos maduramos un poco, o hemos vivido cosas diferentes que nos hacen ser quiénes éramos pero más… compatibles o llevables, no sé. No es algo que haría cada fin de semana pero si me agradaría repetirlo alguna que otra vez.