jueves, 25 de noviembre de 2010

Mi Historia

Supongo que antes de empezar a hablar, es bueno que sepan algo de mí.
                Claramente (y orgullosa también) soy lesbiana, lechuga, lencha, chancla y de la manera que más les agrade. Lo soy.
                Yo… sabía que había algo diferente en mí desde que era muy pequeña, la verdad es que cuando iba al kínder yo quería despertar siendo niño y después, cuando entendí que eso no sucedería moría por cambiarme de escuela e ir vestida con uniforme de niño, cortarme el cabello, etc. Que equivocada estaba jaja pero la razón me entró unos años después y acepté y disfruté lo maravilloso que es ser mujer.
                A mis doce años, comencé a sentir algo diferente por mi mejor amiga, pero yo en ese entonces no sabía ni siquiera que existía la homosexualidad, así que dije que era solo lo mucho que la quería como amiga y punto. En el fondo de mi cabeza estaba esa vocecita que todas escuchamos al principio que me decía te gusta, te gusta, acéptalo pero yo no entendía cómo podía enamorarme de mi mejor amiga o, simplemente, de otra mujer.
                Me olvidé de ello y tuve otra mejor amiga en primero de secundaria, en ese entonces no me di cuenta, pero ahora que lo pienso sé que si me gustaba. Y dos años más tarde, en tercero de secundaria, mi mejor amigo me presentó a su mejor amiga. Fue todo un accidente, por así decirlo, porque yo iba a estar con mi amigo pero nos tuvimos que quedar con la amiga, así que pasé todo el día con ellos y al final del día yo salí de esa casa con una súper sonrisa y la imagen de M, la amiga de mi amigo. Al día siguiente me invitaron a una alberca y yo más que gustosa acepté; todo el día traté de estar lo más cerca posible de ella. Pasaron los días y yo no entendía que me pasaba, si, me decía que solamente la admiraba (ajá, quien no se dijo esa frase al principio) y me caía muy bien pero a las dos semanas ni para qué seguir mintiéndome, me gustaba y lo acepté, primero diciendo que era sólo con ella porque a mí no gustaban las mujeres, pero otra vez mi vocecita me recordaba de X y E, luego se lo confesé a mi mejor amigo, no pudiendo guardarlo más en mi interior. Llegaron las vacaciones y yo muy ingenua creía que la había olvidado, cuando voy tranquila por la escuela y la veo y… BAM… el corazón a todo lo que daba. Ni como negarlo. Las cosas pasaron, el tiempo pasó… Cinco meses después de haberla conocido era mi novia.
                Así se fueron dando las cosas en mi vida, he tenido varias relaciones, no diría que pocas, pero tampoco han sido muchas, han sido las que han tenido que ser supongo yo, me han servido para aprender y saber cómo seguir en este camino tan entretenido. Me encanta mi vida, sobre todo en el aspecto “lesbiano”, que de una manera u otra invade todos los demás. Sigo aprendiendo y espero seguir haciéndolo toda mi vida; lo aburrida que sería si no. Y mientras aprendo, voy compartiendo mis experiencias, conocimientos, dudas (¿por qué no?) y todo lo que se me antoje.

Gracias y hasta mañana.

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