Ayer vi a mi Borreguita y me sentí increíblemente feliz, pero después les contaré de esto. Ahora el tema que me ocupa es mucho más… Inquietante: Antes de que yo me fuera de vacaciones, le regalé un libro, “COMER, REZAR, AMAR”. Yo sabía que ella lo quería desde hace mucho tiempo y se lo di. Ya me había dicho que quería que yo también lo leyera, primero que viéramos la película, pero como es más difícil ver películas que leer libros, y ella ya lo terminó, pues ayer que nos vimos me lo prestó.
Algo, no sé qué sea (últimamente no puedo explicarme muchas cosas, debe ser la revolución de pensamientos y sentimientos que tengo dentro), me hacía sentir una urgencia por leerlo YA. Pero estaba leyendo el de Agua para Elefantes y también me urgía terminarlo porque me lo prestó una amiga y ya se lo quería devolver, so llegué a la casa y leí un poco de este último, pero tenía mucho sueño y no aguanté demasiado. Hoy me desperté a las 7 30 am (claro), agarré el libro y no lo solté hasta que lo terminé (por cierto, está muy bonito, aunque no se parece mucho a la película, yo lo recomiendo (: ). Le mandé un mensaje a mi Borreguita avisándole que estaba a punto de comenzarlo y emprendí este nuevo viaje.
Llevo exactamente 10 páginas, acabo de terminar la 4 historia y ya me dio que pensar. Yo creo en la fuerza y en la energía y esas cosas (debo aclarar que todo en lo que creo, es bajo mis propios conceptos, como yo misma me he planteado las cosas, nunca he estudiado estos temas así que si digo algo incorrecto… Pues es que son solo teorías mías) y ya ahora me pregunto si este libro me lo mandó el destino… o Dios (este es mi tema principal)… Algo sentí que TENÍA que leerlo ya ¿Qué era eso? ¿Por qué? Y cuando lo empecé me sentí inmediatamente identificada, y siento la necesidad de ponerme en posición de dar gracias. Este libro me llegó justo en el momento en que me siento como se siente esta mujer. ¿Es la respuesta a mis preguntas? ¿A mis problemas?
Pero sobre todo… ¿Dios existe?
Todo lo que ella describe, todo me quedaba y entonces empieza a hablar de/con Dios y siento una imperiosa necesidad de hacerlo yo también. Pero no lo entiendo. 2 veces en mi vida he estado casi segura de la existencia de Dios, he admitido que MUY PROBABLEMENTE PODRÍA existir. Y cuando me siento más y más segura… Me quita todo lo que conseguí.
Aunque mi familia es católica (y el resto de la gente que conozco) a mí nunca se me ha dado. Recuerdo una vez en casa de mi tía, yo tendría 8 años, y ella algo dijo de Dios y mi papá se rió burlonamente, diciendo algo que no recuerdo, pero fue como un “ni lo intentes, ella no cree en eso, es demasiado lógica” porque siempre le busqué explicaciones científicas. Mientras crezco voy creyendo en más cosas, a veces son explicables pero otra no tanto. Tal vez eso hace falta en mi caso, crecer.
Pero ahora me siento mal conmigo misma. Nunca he creído, bien, en Dios y ahora que tengo un problema (o muchos) decido buscarlo. Para empezar, esa es justo la razón que da la gente de que no existe Dios, porque es la respuesta a los problemas sin respuesta, porque cuando no puedes hacer nada dices “lo que Dios quiera”, “Dios sabrá que hace” o cosas así y no puedes esperar que algo que ni siquiera sabes del todo si existe, lo haga, y lo peor de todo es que si no pasa lo que tú esperabas que “Dios” hiciera te enojas con él, cuando al principio dijiste que el sabría, si estabas tan seguro de que el sabría decidir bien ahora no te quejes del resultado porque fue lo que El escogió. Y luego, me choca la gente que hace eso. Igual te declaras creyente de Dios, en cualquier religión o incluso sin religión, pero… Si crees en Dios creo que todos los días deberías agradecerla las cosas buenas que ha hecho por ti y las malas, por enseñarte una nueva lección, o recordártela. Pero no se hace, la gente solo le busca cuando tiene problemas. ¡Pobre Dios! Demasiada gente hipócrita.
Lo confieso: he hablado un par de veces con Dios. Solo dos veces fueron para reclamarle, porque no entendía, y hasta ahora no entiendo por qué lo hizo, o por lo menos no entiendo la manera que escogió. Pero las demás fueron para agradecerle cosas. Y cuando le he pedido algo, es para alguien más, como cuando alguien (creyente de Él) estaba en el hospital o algo así, pedía por esa persona. Pero jamás he pedido por mí, porque me suceda algo, etc. Es demasiado hipócrita, falso.
Así que por varias razones, el asunto de Dios me mueve demasiado por dentro. Mi corazón a veces se permite la duda de su existencia, pero mi cerebro lo bloquea en cada intento. Y sin embargo, hoy siento una GRAN NECESIDAD de ir al Expiatorio (es mi favorita), sentarme, ver, hablar con Dios o sola, y sobre todo llorar.
- By kle-m
Siento que este libro será un buen libro, incluso, hasta ahora, tiene potencial para ser uno de esos libros que te cambian la vida. Ya les platicaré conforme vaya avanzando o cuando termine, depende de cuánto más me hace escribir. Por ahora… Esto es todo. Gracias por escuchar mis revueltos pensamientos, les mando un abrazo.
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