lunes, 28 de noviembre de 2011

El ¿Comienzo? De Nuestra Historia


Pensaba empezar con cómo me lo pidió pero empezaré desde el principio pues no sé cómo regresar ^^
                De cuando yo regresé nos vimos hasta una semana después porque ella se fue a San Francisco. Fue horrible esa situación, yo me fui en Panamericanos a mi casa pero le dije que regresaba el 30 de octubre y ella se iba el 2 así que quedamos muy contentas de vernoes el 1 para que ella me diera la bienvenida y yo la despidiera, pues no. Yo tuve que salir hasta el 2 y ella seguí yéndose ese día. Hablamos de los horarios y esperábamos encontrarnos en GDL cuando yo llegara y ella fuera a salir. El destino se rió de nosotras ese día también, su vuelo atrasó o se adelantó y mi primer vuelo se adelantó y el otro se atrasó, así que igual fue imposible. No nos quedó de otra que esperarnos.
                Cuando volvió nos vimos en Chapultepec (¿dónde más?), yo, como loca de la puntualidad que soy le mandé un mensaje que parecía que iba a llegar tarde pero, como si el camionero me hubiera entendido se fue más rápido y llegue justo a la hora, desde el otro lado de la calle le grité “¡llegué a tiempo!” y en cuanto pasó el camión corrí hacia ella. Nos abrazamos después de no vernos durante un mes. Estuvimos platicando, yo casi no platico, pero ella me contó todo su viaje, todo lo que vio, todo lo que hizo. Nos fuimos a Yogurtland a comer un helado, porque son mi nueva obsesión, y de ahí nos sentamos en una banca del camellón.
                Ya me había dicho que me traía unos regalos y estaba súper nerviosa de dármelos. Cuando por fin se decidió (¡no saben cómo se pone!) me los fue entregando uno por uno: el primero era una cajita como de aretes pero sonaba algo más grande y cuando lo abrí…. ¡Era un dedal en forma de perro! Está hermoso, me encantó porque es algo de mi carrera (si hay algo que AMO de ella es que le encanta mi carrera y la aprecia de verdad) y sabe que si hay algo en el mundo que me guste tanto como ella son los perros (es más, si puedo tomarles fotos las subo ;) ). El segundo era un perfume, mientras estaba allá me preguntó cuál era el perfume que usaba o qué otro me gustaba pero al contarme la historia me dijo que buscó por todas partes y en ningún lugar tenían ninguno de los dos, pero encontró la versión francesa del que siempre uso y ese me regaló, fue muy estresante porque dice que al viajar casi se los quitan pero ¡lo logró! Estos dos regalos los amé con todo mi corazón, valen mucho para mí y no por lo que hayan costado sino por su esfuerzo, pero si algo me mató de amor fue el 3° regalo. Estaba súper nerviosa de dármelo, mucho más que con los otros, aunque ese me dijo que estaba segura que lo AMARÍA. Me dijo que era algo que me debía desde hacía mucho tiempo y entonces me imaginé qué era. Me lo entregó y, efectivamente, ¡era un llavero! Creo que no les conté pero cuando nos conocimos ella quedo de regalarme un llavero y jamás lo hizo, así que meses después aquí estaba, en mis manos, pero no era un llavero cualquiera, era una tijera de color azul con plata HERMOSA. Me contó la historia de los 3 regalos y la de este fue que mientras yo estaba en Chiapas ella estuvo buscando con todos los hippies quien le hacía el trabajo, hasta que por casualidad un día le dijeron de un amigo que se dedicaba a eso, que normalmente estaba en GDL pero en esos días curiosamente estaba en San Francisco. Oh grandioso destino que cuando quieres algo, haces lo imposible porque se logré. Pues cuando la Borreguita estuvo por allá contactó al muchacho y le encargó mi regalo, luego luego se lo dio y ya…
                Yo, es claro, que siempre he sabido que la quiero (después de todo lo que ha pasado…) pero ese día juro que hubo algo en mi interior que me dijo “ESTA ES LA MUJER PARA TI”. Y juro que desde ese día no me he vuelto a sentir igual.
                El puente nos fuimos de viaje. Fue lo máximo, ambas estábamos súper emocionadas porque desde que nos conocimos dijimos que viajaríamos por todo el país juntas para conocerlo TODO y este fue el primero. Nos fuimos con sus primos a Juanacatlán  (¿si se llama así, verdad?), en una cabaña, porque era cumpleaños de una de sus primas. Tardamos bastante en llegar porque el tráfico estaba terrible y venía detrás de nosotros una amiga suya que no sabía cómo llegar, pero llegamos todos muy contentos y animados. Estuvimos de sábado a lunes y me divertí como pocas veces en la vida, ya conozco mejor a sus primos, iniciamos nuestras aventuras juntas, me llevó a las piedrotas y casi todo fue como fin de semana de pareja (porque igual teníamos que estar con sus primos y amigos), lo único malo fue que a la Borrega como a mí nos picaron avispas /: Pero por lo demás la verdad es que lo valió. Llegué súper feliz de ese viaje y TODOS me decían que me escuchaba súper enamorada, que me veía súper enamorada, que derramaba miel, que…. Y si, así es.
                Me dijo que podíamos vernos el jueves y como la extraño como loca cuando tengo que esperar una semana (igual, cuando es menos, quisiera verla siempre >.<) yo estaba encantada.

Las dos íbamos muy nerviosas. Llegamos justo al mismo tiempo, ella a la Gonvill y yo al Starbucks, para mí fue como una imagen de película, nos vimos, una a cada lado de la calle, nos sonreímos. Ella, que siempre ha sido más atrevida para cruzar las calles, llegó a mi lado primero. Nos abrazamos. Yo estaba helada y me latía el corazón muy rápido, se lo hice sentir. Ella también puso mi mano sobre su pecho. Me preguntó a dónde quería ir y le dije que la banca más cercana que viera.
                Había una justo en frente del Starbucks y ahí nos fuimos a sentar. El fin de semana me dijo que me iba a dar una carta, cuando ya le entregara el libro de Comer, Rezar, Amar (que ya lo termine y esta bueníiiiiiiiiiiiiiiiisimo, te ríes y lloras como loca), pero no sé si la olvido o la perdió porque cuando se la pedí ya no estaba, entonces quedó de dármela ese día; yo regresando del viaje me puse a escribirle una porque traía mil cosas y sentimientos y demás en la cabeza (y en el corazón), así que en ese momento nos intercambiamos cartas. Ambas estábamos metidísimas en lo que leíamos y cuando acabamos nos abrazamos. Luego me preguntó si estaba lista para que me diera algo más y yo le dije, obvio, que sí. Me entregó un sobre con un poema y después de leerlolo abrí, traía muchas tiritas de papel y yo no encontraba que era, hasta que ella me ayudó a encontrarlo, era algo envuelto en un trozo de papel, estaba súper nerviosa y cuando logró abrirlo por completo… ¡¡ Era un Bala !! Ok, probablemente nadie entienda esto, me parece que nunca escribí esa historia, pero fue cuando recién empezamos a salir que pasó algo muy divertido y me quedó el nombre de Bala, y así me dice de cariño. Entonces me encuentro la Bala y trae un papel enrollado que, como está enrollado, solo se alcanza a leer “¿Quieres”. Nooooo… Me puse mas fría y mucho más nerviosa, lo desenrollé y… Claro, todos sabemos lo que decía: “¿Quieres ser mi Bala?” y yaaaaa, fue algo súper romántico porque fue algo muy nuestro y además, fue en Chapultepec que es “nuestro lugar”. Ese día nos fuimos a cenar y nos la pasamos hablando, como buenas lesbianas intensas, de nuestra boda jajaja.
           Desde ese día las cosas han ido… EXCELENTE se queda corto, ya sé, son los primeros días pero aun así se siente súper padre, creo que todo esta vez ha sido mejor y esto no es la excepción, estamos muy felices, muy muy muy enamoradas y todos nos lo dicen. Me gustó el título de la entrada porque aunque es el comienzo de nuestro noviazgo oficial, lo que decíamos nosotras es que ya hemos pasado por tantas cosas, que esto es solo una parte, importante, de la historia pero hay mucho más, que mucha gente no entiende pero nosotras sabemos lo que fue, lo que es y luchamos mucho por lo que será. Gracias por leerme. ¡Les mando un abrazo muy fuerte!

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